Cada vez son más las obras de la arquitectura moderna del Siglo XX que desaparecen en La Paz por la presión del negocio inmobiliario y por la indolencia de autoridades y de la población en general. Esta arquitectura que, para Roberto Segre, es una «presencia de los códigos racionalistas en América Latina», enmarcada por contradicciones políticas, económicas y sociales de los años 30’s, es la expresión de un período de la historia de la ciudad que debemos preservar y revalorizar. Muchas de estas obras, aún en pie, han sido objeto de añadidos y de transformaciones destructivas, mostrando que quienes las han hecho no valoran el hecho arquitectónico y si estos depredadores son profesionales muestran su ignorancia de la historia de la arquitectura lo que no dice mucho de su calidad profesional. La arquitectura racionalista tiene mucha importancia en la historia de la arquitectura latinoamericana y boliviana, ya que, como señala Roberto Fernández, significó «el desarrollo de un proceso de transculturación que, tomando ‘lo bueno’ de las experiencias mundiales, generó una interesante adaptación a las circunstancias locales«.

Fotografía destacada (encabezado arriba): Hospital Obrero, Miraflores, La Paz. Arquitectos Luis y Alberto Iturralde, 1952
Roberto Segre: «América Latina, Fin de Milenio. Raíces y perspectivas de su arquitectura», 1990.
Roberto Fernández: «Propiedad y ajenidad en la arquitectura latinoamericana», en «Nueva arquitectura en América Latina: presente y futuro», Antonio Toca, 1990.