La ciudad de La Paz ha entrado en una etapa por la que todas las grandes ciudades han pasado o la están viviendo, la etapa de resolver los tremendos problemas de circulación con megaproyectos de infraestructura vial que, de principio, funcionan hasta que, después de un tiempo, la nueva situación demanda nuevas “soluciones” y más complejos proyectos de infraestructura.
El mayor problema de este tipo de proyectos está en que, por su escala y características, deshumaniza totalmente el área de su implantación, suelen ser grandes puentes, pasos a nivel, zanjones, etc., hechos para el automóvil y a la escala del problema que quieren resolver.
La Plaza del Estadio (Plaza “Tejada Sorzano»)
En esta entrega me voy a referir al proyecto, en ejecución, del “Viaducto Tejada Sorzano” en la Plaza del Estadio Hernando Siles, a partir de observar la poca información que se ha publicado sobre sus características. Desde ya, en honor a la verdad, no se puede decir que el área del proyecto era un espacio muy “humano”.
Era tan riesgoso que resultaba casi prohibido para el ciudadano de a pié y una “solución” totalmente insuficiente para un flujo vehicular caótico que se movía alrededor de una plaza icónica por sus características morfológicas (una “reproducción” reducida del templete semi-subterráneo de Tiahuano) y por haber albergado, durante mucho tiempo, un monolito original de la cultura tiahuanacota (monolito Bennet, hoy en Tiahuanaco y reemplazado por una buena réplica); sin embargo, esta plaza era casi inaccesible para el peatón y se convirtió en un mal distribuidor de tráfico para la confluencia de ocho vías (cuatro de ellas de doble sentido de circulación) y en un peor espacio público.

El problema es mayor cuando el Estadio Siles recibe 25.000 personas para un espectáculo deportivo, con muy escasas áreas de descongestión peatonal e inexistentes espacios de estacionamiento vehicular, obligando a la ocupación de las vías para este fin, con las consiguientes complicaciones en los flujos de circulación, agravadas al momento de la descongestión “post evento”.
El proyecto Viaducto “Tejada Sorzano»
Información sobre el proyecto: https://www.youtube.com/watch?v=xYvAg95LPgc
Indudablemente, la propuesta va dirigida a facilitar el flujo del tráfico vehicular con grandes posibilidades de éxito y en este cometido, como un bono para la ciudad, logra ampliar el espacio público accesible en más de 7,000 metros cuadrados, generando un amplio atrio para el Estadio, un gran espacio de encuentro y de descongestión peatonal, aunque esto, para ser efectivo a esta función, aparte del apoyo con estacionamiento vehicular (parqueos), que acertadamente incluye (más de 250 plazas), requerirá a futuro de otras soluciones alrededor.

Si bien el objetivo es resolver problemas de movilidad urbana, en el proyecto del Viaducto “Tejada Sorzano”, además de mejorar el flujo vehicular, en uno de los puntos más conflictivos de la ciudad, efectivamente devuelve el uso del espacio público al ciudadano de a pié, resultado que siempre debe ser logrado en este tipo de proyectos.

El proyecto preserva y revaloriza el “templete tiahuanacota”, que ya es patrimonio de la ciudad y un atractivo turístico, haciéndolo más accesible e incorporándolo al espacio público; este espacio, con seguridad, se llenará de comercio informal en días de espectáculo deportivo, aunque esto es bueno como parte de la fiesta siempre y cuando no se vuelva permanente y, por otra parte, los anaqueles de vendedores fijos no aumenten a más de los 20 que han sido retirados para iniciar obras.

Más allá de temas estéticos y de ingeniería, el mayor impacto lo generan los zanjones de acceso a los viaductos, creando barreras que, aunque en la avenida el flujo vehicular ya era una barrera, estas entradas son, a la vista y en sensación, notoriamente muy fuertes. Reclamaría un poco más de vegetación alta (árboles) y, siempre insistiré, en que es necesario observar con detalle la calidad de los espacios residuales que siempre se generan en este tipo de proyectos, espacios que, por sus características (pequeños túneles, rincones sin uso), tienden a convertirse en tugurios peligrosos, insanos e inseguros, pero que, con estrategias para el uso y con diseño se pueden resolver y transformar en espacios útiles, seguros e incluso agradables.
Son muy pocos casos (la verdad a mí no se me ocurre ninguno) en que la búsqueda de soluciones a los problemas de la ciudad hayan funcionado.
Normalmente la “solución” traslada el problema a otro sector, genera un conflicto donde antes no lo había, esto sucede porque las intervenciones son puntuales, no resuelven el problema, solamente lo rehubican.
Que la plaza del monolito es un infierno para el peatón y para el conductor, es cierto, que el viaducto dará mas privilegios al peatón, parece que si, mientras los vendedores ambulantes, las ferias itinerantes, las kermeses, las anticucheras no se apropien de espacio y se deba circular haciendo eslalon entre los puestos de venta.
El problema a mi entender, no es exclusivamente de un espacio donde convergen muchas vías y además en el nudo de conexión y de distribución de dos áreas importantes de la ciudad.
Para mi el problema es el de una insuficiente infraestructura vial y una inexistente o incompetente norma para resolver el problema de crecimiento natural y de densificación que todas las ciudades tienen.
El problema es la falta de un sistema de transporte masivo y de una EXAGERADA e INEFICIENTE presencia del transporte público, que generan más problemas qué soluciones y que para los políticos el Gobierno Municipal, no es un fin para administrar la ciudad. sino un medio para su ascenso político y por lo tanto no ejercen acciones radicales, pese a que tienen el apoyo de la mayoría de ciudadanos.
El problema radica en que aplicamos la ley de la selva, las normas, los reglamentos de conducción, paradas de transporte público, semáforos, NO EXISTEN, y obviamente el desorden estimula el caos.
El problema también se debe a la ocupación de las vías como extensión de los equipamientos, (insisto que la calle no debería ser el parqueo de los negocios), estos debería proporcionar sus propios estacionamientos.
Así, que como verás soy escéptico, a que se resuelva el problema, sería interesante que mas bien organicemos una polla (como el el futbol) para adivinar dónde se traslada el conflicto, que con seguridad será mayor al actual, tal vez debido a que el actual problema lo hemos naturalizado y sabemos como lidiar con.
Veremos cómo nos sorprenden.
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Muchísimas gracias por tan importante aporte. Es un poco pesimista decir que no se logran soluciones; el punto conflictivo parece estar resuelto. ¿Se traslada el problema a otro lado?, suele ocurrir, me preocupa que ese «otro lado» sean los accesos a los zanjones. Es evidente que los problemas urbanos son muchos y que no respetamos las normas y aun no hemos aprendido a vivir en ciudad, apoyar a que lo vayamos logrando es la intención de este blog.
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