TODOS los países del mundo están EN VÍAS DE DESARROLLO

“Desarrollo significa crecimiento, aumento, reforzamiento, progreso, desenvolvimiento o evolución de algo. Designa la acción y efecto de desarrollar o desarrollarse. El concepto de desarrollo hace referencia a un proceso en desenvolvimiento, sea que se trate de un asunto de orden físico, moral o intelectual, por lo cual puede aplicar a una tarea, una persona, una sociedad, un país o cualquier otra cosa”. https://www.significados.com/

“Desarrollar: Dicho de una comunidad humana: Progresar o crecer, especialmente en el ámbito económico, social o cultural”. https://dle.rae.es/

Como docente de urbanismo converso con mis estudiantes sobre los temas de ocupación y ordenamiento del territorio, en los que enfatizo la importancia de los asentamientos humanos como razón de ser de la planificación. Les muestro cómo es que resumo la idea de ciudad en población, territorio e infraestructura y la permanente interacción de estos tres componentes como guía y motivo de la planificación urbana, de los vínculos urbano-rurales y de las ciudades como motor del desarrollo.

Gráfico 1. De los 17 OBJETIVOS DE DESARROLLO SOSTENIBLE-ODS de la Agenda 2030 de Naciones Unidas, 9 hacen referencia directa a la satisfacción de necesidades básicas de la población y otras a la necesidad de preservar la naturaleza y el uso responsable de los recursos. Fotografía: http://www.un.org

Desarrollo, un término muy usado, demasiado usado diría, por gobernantes, representantes, autoridades, políticos, empresarios, se generan planes de desarrollo nacionales, departamentales, municipales, sectoriales, etc., muchos de los cuales llevan años empolvándose, en estanterías o depósitos, planes sobre cuya necesidad se enfatizó desde la Revolución Nacional de 1952. En 70 años ¿Cuánto hemos “desarrollado”? La razón por la que este es el tema de esta entrada es que llevo tiempo en aula explicándolo con insistencia y espero ampliar “mi audiencia”. 

Gráfico 2. Realmente, desde la Revolución de 1952 y sus históricas y trascendentales medidas ¿Cuánto hemos «desarrollado»? Los mineros fueron una parte fundamental de la fuerza impulsora de la revolución, desde entonces, la minería nacionalizada ha sufrido varias crisis y las demandas de los trabajadores siguen siendo la mismas, aunque la otrora fuerte Central Obrera Boliviana-COB ya no es la misma y tiene una dirigencia alineada al poder y al partido de turno. Amparado por una política extractivista sin límite, el cooperativismo minero y empresas extranjeras realizan actividades de minería, incluso en áreas protegidas, atentando contra la sostenibilidad y contaminando la naturaleza. Los campesinos fueron otro sector determinante para la revolución, ahora encaran los problemas propios del minifundio y graves crisis en sus áreas de trabajo por sequías; la migración campo-ciudad se ha incrementado generando abandono de las áreas productivas y problemas en las ciudades. Fotografías: izquierda http://www.eabolivia.com, derecha arriba http://www.telesurtv.net, derecha abajo http://www.bolivia.com

Cuando los políticos hablan del desarrollo del país, buscan hacernos creer que Bolivia aspira y “casi alcanza” a ser como Suecia, Alemania, Japón, antes Estados Unidos y ahora, parece, China, países con gran capacidad económica, poder militar, alta tecnología, impresionantes infraestructuras, deslumbrante producción cultural, etc., quizá por eso, cuando entró mucho dinero en nuestras arcas estatales, lo derrocharon sin medida, tenemos un satélite inservible, mantenemos un ejército innecesario (incluida fuerza naval cuya escuela de guerra está en la punta de un cerro), construimos innumerables canchas de “pasto artificial” o creamos un “museo al ego” en medio de la nada.

Un país alcanza el desarrollo cuando el 100% de su población ha satisfecho sus necesidades básicas y goza de los servicios fundamentales de vivienda, vestido, alimentación, educación, salud, cultura, agua y saneamiento.

Esto es lo que pienso, lo que creo y lo que enseño y, con base en este concepto, surge la pregunta ¿Cuántos países desarrollados hay en el mundo? La respuesta podría ser resultado de una interesante investigación, pero, algo complicado realizarla en el corto plazo porque requiere recursos, tiempo, arduo trabajo y, muy posiblemente, apoyo de la cooperación internacional para conseguir esa información de las fuentes de origen. Sin embargo, en el “siglo de la comunicación”, vía internet se puede conocer que: “El progreso económico en el mundo muestra que, si bien hay menos personas que viven en la pobreza extrema, casi la mitad de la población mundial, es decir, 3400 millones de personas, aún tiene grandes dificultades para satisfacer necesidades básicas, según el Banco Mundial” (2018). https://www.bancomundial.org/es/

También se encuentra información como ésta que muestra una preocupante situación en el mundo: “…según el informe[1], dado que el crecimiento económico señala que, en la actualidad, una proporción mucho mayor de la población pobre del mundo vive en países más ricos, establecer líneas de pobreza adicionales y comprender la pobreza desde una perspectiva más amplia son aspectos cruciales para poder combatirla plenamente”. (Banco Mundial, 2018). https://www.bancomundial.org/es/

Dado que uno de los servicios fundamentales de los que debe gozar la población en cualquier parte del mundo es la vivienda, una rápida búsqueda de información en la red respecto de la “población sin hogar” o “homeless” en los países que, por años, percibimos como los más desarrollados del planeta, como Suiza, Suecia, Alemania, encontramos datos que muestran situaciones que ya preocupan a sus gobiernos (ver gráficos 3, 4 y 5). Mucho de esta situación en estos países empeora por efecto de las inmigraciones provenientes de los países con conflictos.

Gráfico 3. Suiza ocupa el puesto 2 entre 189 países en el «índice de desarrollo humano» (UNDP, 2019), con un salario promedio anual de US$ 84.310 por persona (Banco Mundial, 2021) y, sin embargo, 16% de su población está viviendo debajo de la línea nacional de pobreza (UNPD, 2019). En 2022 mostraba un problema de 2.200 personas sin vivienda y 8.000 en riesgo de perderla. Datos de http://www.homelessworldcup.org. Fotografía: Mart Production en http://www.pexels.com, Texto de http://www.lenews.ch
Gráfico 4. Suecia ocupa el puesto 7 entre 189 países en el «índice de desarrollo humano» (UNDP, 2019), el salario promedio anual en este país es de US$ 54.050 por persona, el 17,1% de sus 10, 26 millones de habitantes está viviendo debajo de la línea nacional de pobreza (UNPD, 2019). El número estimado de personas sin hogar en Suecia en 2020 era de 33.000 (Stadsmissionen, 2021). Los datos muestran que se agrava el problema por la inmigración. Información de http://www.homelessworldcup.org. Fotografía y texto http://www.researchgate.net
Gráfico 5. Alemania tiene 79,9 millones de habitantes, ocupa el puesto 6 entre 189 países en el «índice de desarrollo humano» (UNDP, 2019), el salario promedio anual en este país es de US$ 47.060 por persona, el 14,8% de su población está viviendo debajo de la línea nacional de pobreza (UNPD, 2019). El número de personas sin hogar se calcula en 260.000, una preocupación para el gobierno alemán. Información de http://www.homelessworldcup.org. Fotografía y texto de http://www.trtworld.com.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, Noruega ocupa el primer lugar, entre 189 países, en calificación del “índice de desarrollo humano” (UNDP, 2019), donde “si bien hasta ocho de cada diez son dueños de la casa en la que viven, aproximadamente 179.000 personas están en desventaja en el mercado de la vivienda; alrededor de 78.000 de ellos son niños y jóvenes menores de 20 años”, esta información está detallada en la publicación de 2022 de https://www.homelessworldcup.org/.

Sin embargo, Noruega, con un salario promedio anual de US$ 78.180 (Banco Mundial, 2021), no está entre los países mejor ubicados respecto de la cobertura de servicios de agua potable (90%) y saneamiento (83%), como lo están, por ejemplo, los Países Bajos, con un 100% de cobertura de los servicios de agua potable y saneamiento (ver gráficos 6 y 7). Los Países Bajos, con un salario promedio anual de US$ 51.060 (Banco Mundial, 2021) ocupan el puesto 8 en el “índice de desarrollo humano” (UNDP, 2019) y, en 2020, tenían 39.000 personas sin hogar (0,22% de su población “homeless”) según información de https://www.homelessworldcup.org/.

Gráfico 6. Cuadros gráficos que muestran la cobertura del servicio de agua potable en los países europeos (arriba) y los tipos de gestión para ese abastecimiento. Los países con mayor cobertura muestran un total de gestión pública en abastecimiento. Reino Unido, con una cobertura de aproximadamente 95% se apoya en un 90% de gestión privada. Las fuentes de las imágenes están en éstas.
Gráfico 7. De los 5 países de Europa que muestran una cobertura de 100% en el abastecimiento de agua potable, sólo dos, Holanda y Malta tienen una cobertura de 100% en saneamiento conectado a depuradoras y de servicio totalmente público. También en saneamiento, Reino Unido se apoya en 90% de gestión totalmente privada. Las fuentes de las imágenes están en éstas.

Estados Unidos que, por años, fue el guía y el paradigma del desarrollo para los gobiernos y políticos latinoamericanos, con un salario promedio anual de US$ 70.930 (Banco Mundial, 2021), ocupa el puesto 17 en el “índice de desarrollo humano” (UNDP, 2019) y, según Homeless World Cup, 18% de los 330 millones de estadounidenses viven por debajo de la línea de pobreza (World Population Review, 2021) y hay 18,5 millones de personas que viven en condiciones de extrema pobreza. “La falta de vivienda en los Estados Unidos se registra contando las personas sin hogar en una sola noche de enero. En 2020, esto fue más de medio millón (Dept. of Housing), aunque los críticos dicen que este método excluye a muchos que viven en alojamientos temporales y al borde de la pobreza extrema. La ONU informa que más de uno de cada ocho estadounidenses vive en la pobreza (40 millones, o el 12% de la población). Casi la mitad de ellos (18,5 millones) viven en la pobreza extrema, con ingresos familiares informados por debajo de la mitad del umbral de pobreza. (UNHCR, 2018)”. https://www.homelessworldcup.org/united-states-america.

Gráfico 8. Los datos que preocupan al gobierno de Estados Unidos. Imagen y texto de http://www.security.org
Gráfico 9. La situación de servicios básicos de agua potable y saneamiento tampoco es buena en Estados Unidos

En América Latina, según https://www.homelessworldcup.org/, el país mejor ubicado respecto del “índice de desarrollo humano” es Chile, con 19 millones de habitantes y US$ 24.000 de promedio de salario anual por persona, se encuentra en un puesto 43 entre 189 países y presenta el menor índice de pobreza en la región, sin embargo, después de la pandemia, la población sin hogar alcanzó a 80.000 personas (0,42% de su población), de las cuales 25.000 son migrantes provenientes de Venezuela, Colombia y Haití, principalmente.

Gráfico 10. Según la publicación “SITUACIÓN ACTUAL DEL ODS – 6 EN LA REGIÓN AMÉRICA LATINA. PLANES Y ACCIONES” de la Organización Panamericana de la Salud (www.paho.org), elaborada por Teófilo Monteiro, Equipo Técnico Regional de agua y saneamiento (ETRAS), CDE/CE/OPS/OMS, estos mapas muestran las condiciones de abastecimiento de agua potable en América Latina, en este caso la situación de nuestro país en cobertura no parece muy mala pero preocupante en el aspecto de gestión segura. ODS-6 se refiere a Agua limpia y Saneamiento.
Gráfico 11. En la misma publicación de la Organización Panamericana de la Salud, se incluyen estos mapas que refieren la situación del saneamiento en América Latina. El aspecto de gestión segura en Bolivia debe preocupar y también el nivel de cobertura del servicio; la deficiencia de gestión origina que, en muchos lugares, incluida la ciudad de La Paz, se están contaminando cursos, cuerpos y fuentes de agua, este es uno de los más acuciantes problemas de La Paz.

Lamentablemente, uno de los problemas en nuestro país es la falta de información actualizada, confiable y sistematizada, por lo que en publicaciones como las de Homeless World Cup, por ejemplo, como en otras, no se incluyen datos precisos sobre estos temas en Bolivia, datos que permitirían una comparación interesante y productiva de nuestra situación respecto del resto del mundo; por ello, se recurre a información de diversas fuentes mostrada en gráficos.

Gráfico 12. La situación de la vivienda en Bolivia muestra que más de 1,1 millones de personas no tienen vivienda y más de 1,4 millones habitan viviendas sin condiciones adecuadas.
Gráfico 13. En esta publicación del ministerio de Obras Públicas de 2012, antes de la realización del Censo de Población y Vivienda de ese año, se ve la gran cantidad de población cuyas necesidades básicas no han sido satisfechas.
Gráfico 14. Otra cara del déficit habitacional y de la situación de la población vulnerable en Bolivia que no puede ni debe ser ignorada por el gobierno, los políticos, las organizaciones y la población en general.
Gráfico 15. Cápsulas para dormir en Alemania, al servicio de personas sin hogar elaboradas con tecnología e inversiones destinadas a buscar soluciones para satisfacer necesidades básicas de la población. Fotografías http://www.mymodernmet.com; texto: http://www.independentespanol.com.
Gráfico 16. Medir el índice de desarrollo humano parece ser una buena vía para entender la situación en la vía de desarrollo de todos los países del mundo. Como se ve en el gráfico, el «índice muy alto» está entre 0.8 y 1, pero, como hemos visto en toda esta entrada, ninguno de esos países puede alcanzar el 1, por lo que se confirma que todos los países del mundo están en vías de desarrollo. No parece fácil avanzar del 0.8 al 1 en las condiciones que se encuentran millones de personas con necesidades básicas insatisfechas, ese es el desafío.

[1]        https://la-paz.diplo.de/ Documento: “Agua potable y saneamiento básico, Contribución a los Objetivos de Desarrollo Sostenible – ODS”, publicado por la Cooperación Alemana, 2019

[2]        Poverty and Shared Prosperity 2018: Piecing Together the Poverty Puzzle (La pobreza y la prosperidad compartida 2018: Armando el rompecabezas de la pobreza).

Fotografía de cabecera o imagen destacada: «La paradoja del desarrollo», http://www.cubadebate.cu


LA PAZ, DENSIFICACIÓN NECESARIA, PERO… ¿CÓMO?

El 14 de octubre de 2021 publiqué en este blog una entrada sobre la expansión y la densificación de la ciudad de La Paz en el que resaltaba las deficiencias de la norma para una densificación adecuada a la necesidad de las mejores condiciones de vida a las que la población aspira y que la ciudad debe ofrecerle.

(Ver: https://jorge-valenzuela.blog/2021/10/14/expansion-y-densificacion/)

El 9 de septiembre pasado el Concejo Municipal de La Paz, en un proceso lleno de irregularidades procedimentales, demostradas públicamente por la presidente de ese organismo legislativo, aprobó una Ordenanza Municipal que busca introducir modificaciones a la Ley de Usos del Suelo Urbano (LUSU) con el argumento de una necesaria densificación, argumento que ahora cambia a la necesidad de romper un supuesto “monopolio en la construcción de edificios de altura” que se habría desarrollado desde las condiciones normativas de la LUSU (personalmente no me imagino cómo), según expresiones del secretario del Concejo en varias declaraciones y entrevistas públicas, constituyéndose en una acérrimo defensor de un atentado contra la ciudad.

Las primeras páginas de los documentos de la Ordenanza Municipal «aprobada» por el Concejo Municipal el 9 de septiembre pasado, mismos que circularon, con alarma, en las redes sociales al día siguiente.

La densificación es una herramienta valiosa, parte de una estrategia de intervención integral en la ciudad, para lograr la visión expresada en el Plan La Paz 2040 (uno de los pocos esfuerzos de planificación lograda) de una ciudad compacta, policéntrica y sostenible. Está claro que es valiosa frente a las posibilidades de una ciudad como La Paz, consolidada y con escasez de áreas para una expansión racional, con muy poca disponibilidad de tierras aptas para espacios públicos, áreas verdes funcionales y construir equipamientos, estas posibilidades parecen muy limitadas, por ello, se requiere de planificación, voluntad política (no politiquería barata), apoyo gubernamental (el gobierno central es nuestro inquilino) y responsabilidad profesional, empresarial y ciudadana.

La densificación no se logra con una alegre modificación de las cartillas normativas, incrementando entre dos y cuatro veces la altura posible de edificaciones prevista en la norma vigente, la densificación no es construir bloques de cemento más grandes, la densificación implica gente, familias con aspiración de mejor calidad de vida, que buscan oportunidades de desarrollo social y personal, no oportunidades para “constructores” del mercado inmobiliario que quieren hacernos creer que rompen un supuesto monopolio para beneficio de la ciudad.

Proyectos de vivienda de alta densidad, con soluciones que no parecen ser adecuadas a una buena calidad de vida y que, parece ser, están ocupando áreas que la norma considera de reserva forestal áreas verdes o áreas protegidas. (Fotos: arriba, izquierda Google Earth, derecha Jorge Valenzuela, abajo Guadalupe Dorado Quiroga).

La densificación parte de lograr centros (estrategia de centralidades) que acerquen los servicios sociales (educación, salud, gestión, recreación, cultura) al vecino (gente, familias), mejorando la movilidad urbana, agrupando a las comunidades, generando seguridad, emprendimientos y cohesión social. Desde estos centros, de su consolidación y de su función, casi de manera natural, se provoca y se demanda la densificación planificada, normada y controlada. Implica un proceso de análisis y planificación en el que se detectan áreas de concentración de actividades (ya lo hizo el Programa de Centralidades del GAMLP) y en el que la información censal, por distritos, permitiría detectar y entender, en esas áreas, tendencias de ocupación para medir las posibilidades y requerimientos de la densificación.

La densificación responsable no se logra reduciendo o eliminando en la norma el requerimiento de retiros, peor si se lo hace para edificaciones de altura (20 pisos y más en las cartillas de la ordenanza que se pretende aprobar) y tampoco eliminando de la norma el requerimiento de área mínima verde (un buen logro, aunque débil, de la LUSU vigente). El retiro y el área mínima verde crean el volumen de aire, el espacio libre y la vegetación que benefician al ambiente (asoleamiento, ventilación, climatización) de los espacios funcionales privados (vivienda, oficinas, otros), son el aporte privado al ambiente urbano que a su vez favorece a la calidad de vida de todos sus habitantes.

Una de las cartillas «aprobadas» por el Concejo Municipal para el Distrito 18. En la LUSU no existe patrón de asentamiento 5 en el Distrito 18, la ordenanza lo crea, además como construcción pareada (5P), es decir, puede no dejar retiro a un lado del predio; la cartilla de patrón 5 en otros distritos permite un Área Máxima a Edificar (AME) de 500% de la superficie del terreno, esta cartilla indica un AME de 1750 %!!!, lo que permitiría construir un edificio de 25 pisos o más SIN OBLIGACIÓN DE RETIROS o retiro de 2 metros!!! si se deseara abrir ventanas. En un terreno de 1,000 m2 podría hacerse un edificio de 17,500 m2 construidos, posiblemente entre 80 a 90 unidades de vivienda SIN ESTACIONAMIENTO VEHICULAR!!!, o sea, 80 a 90 vehículos más a parqueo en calles donde ya no cabe más parqueo. (Foto: Documento que circula en las redes sociales)

Densidad de población, señores del Concejo Municipal, es la relación de un número de personas (gente, familias) sobre una unidad de superficie del territorio, no más bloques o edificios más altos. Efectivamente, un número mayor de personas requiere una mayor cantidad de viviendas, pero vivienda no solo es la casa o el departamento, la vivienda es un concepto tan amplio como claro, además de con la casa o el departamento, se hace con los servicios para sus habitantes, educación para niños y jóvenes, salud para todos, espacios para el trabajo, la cultura, la recreación, el abastecimiento, se hace con movilidad (vías y medios de transporte), gestión al alcance, espacio público y áreas verdes.

Un edificio de vivienda, aparentemente construido en apego a la norma vigente; carece de áreas verdes. Evidentemente, la norma debe ser revisada pero con rigurosidad técnica y apuntando a mejorar la calidad de vida y la sostenibilidad de la ciudad. (Foto: Jorge Valenzuela)

La calidad de la vivienda depende también de los servicios básicos (agua, alcantarillado, energía, drenaje pluvial, comunicaciones). No hay mucha información respecto del estado de las redes, salvo la creciente maraña de cables aéreos que está a la vista, dado que, en los últimos 20 años, se ha incrementado, bajo las condiciones de la norma vigente, la construcción de edificios en altura, de hecho, muchas áreas de la ciudad se han densificado; sin embargo, cualquier proceso de densificación, incluso el que se viene dando en estos últimos años, para considerarse responsable, debe evaluar y dimensionar la capacidad de las redes de los servicios básicos y su requerimiento para servir a una mayor cantidad de población (gente, familias).

Área de San Miguel, sobre la que apunta una parte de la modificación de la norma «aprobada» en el Concejo Municipal, incrementando el volumen de construcción y eliminando el requerimiento de espacios de parqueo (Foto: Jorge Valenzuela)

Uno de los problemas más complejos de la ciudad está en la movilidad urbana, aunque se tiene una infraestructura aceptable y, en muchos sectores, más que suficiente; sin embrago los problemas de congestionamiento y desorden en el espacio público son evidentes. Este tema lo traté en la entrada de este blog (21 de julio pasado. Ver: https://jorge-valenzuela.blog/2022/07/21/movilidad-urbana-en-la-paz-puede-mejorar) pero queda claro que no se les haría ningún favor a los intentos de encarar soluciones eliminando la exigencia normativa de número mínimo de parqueos contenida en la LUSU, más aún si se trata de nuevas edificaciones de más de 20 pisos, como se propone en la ordenanza tratada en el Concejo Municipal. A pesar de que los edificios cuentan con espacios de parqueo, en respuesta a la norma vigente, el problema de estacionamiento vehicular es muy grande y provoca enormes dificultades a la movilidad urbana, especialmente en la Zona Sur, donde la irresponsable propuesta normativa pretende intervenir.

Todo esto es parte de la vivienda y sus características y condición hacen a la calidad de vida de los habitantes de la ciudad, por eso, modificar cartillas normativas de la LUSU, sin ninguna rigurosidad técnica, como pretende hacerlo el Concejo Municipal, para favorecer al mercado inmobiliario con la construcción de edificios más altos, con menos restricciones y con condiciones deplorables para el ambiente urbano no puede ser aceptada por la población y debe ser evitada por la autoridad competente.

EXPANSIÓN Y DENSIFICACIÓN

Una de las condiciones para lograr una ciudad sostenible es la de limitar o, por lo menos, controlar su expansión, “buscar una estructura y trama compacta, cohesionada socialmente”, además de “contar con espacios de sociabilidad y dotaciones generosas de áreas verdes y espacio público y ser resilientes frente a los desastres naturales” (BID-2017)[1], Ya en 1997, Richard Rogers, un arquitecto que desarrolló su obra en la línea de la “alta tecnología” (“high tech”), se pronunciaba a favor de “profundizar en la idea de ‘ciudad compacta’-una ciudad densa y socialmente diversa donde las actividades sociales y económicas se solapen y donde las comunidades puedan integrarse en su vecindario-”.[2]

Luego de la dura experiencia de insalubridad, pobreza y concentración de masas de las ciudades industriales del Siglo XIX (tifus y cólera) y la recientemente vivida necesidad de “distanciamiento social” provocada por la pandemia del Covod-19 parece que debemos pensar respecto de la oportunidad que se le pudiera dar al intento, necesario, de “compactar” la ciudad, defendido por Rogers a partir de “la disponibilidad de fabricación ecológica, fuentes de energía más limpias, sistemas de transporte público y avanzados sistemas de alcantarillado y de deposición de residuos”[3]como condiciones que no permitirían repetir esa experiencia o, para esta época, facilitarían el distanciamiento.

La expansión de la mancha urbana que ocurre en el conglomerado La Paz-El Alto avanza a dificultar las posibilidades de una ciudad compacta, ambas áreas urbanas crecen y se expanden en manos de las fuerzas del mercado, para quienes el beneficio rápido resulta más importante que la calidad del “hábitat”. La ciudad de El Alto parece no tener freno para expandirse sobre el altiplano, sobrepasando los límites municipales y en un avance de conurbación con Viacha. No obstante las dificultades que plantean las características del territorio, en La Paz el proceso de expansión es también considerable y sin planificación ni control, este último dificultado o imposibilitado por la indefinición de límites jurisdiccionales con los municipios vecinos.

Las posibilidades de una ciudad como la nuestra, consolidada y con escasez de áreas para una expansión racional, con muy poca disponibilidad de tierras aptas para generar espacios públicos, áreas verdes funcionales y construir equipamientos, parecen muy limitadas, requieren planificación, voluntad política, apoyo gubernamental y responsabilidad profesional, empresarial y ciudadana. Además de la resolución de los problemas ambientales, sanitarios de movilidad y otros, la densificación es un proceso imperativo para la sostenibilidad de la ciudad, pero debe lograrse equilibrando masa construida y espacio libre.

La planificación y el ordenamiento territorial son las herramientas para avanzar en cualquier esfuerzo por lograr la sostenibilidad de la ciudad, herramientas que, en La Paz, no hemos utilizado hasta ahora o lo hemos hecho muy parcial y puntualmente. Algunos esfuerzos se han realizado en el campo de la planificación y en tratar de controlar el caótico crecimiento y funcionamiento de la ciudad, como el Plan La Paz 2040, la Ley de Usos del Suelo Urbano (LUSU), el Programa de Centralidades, pero parecen vanos porque sus alcances no se aplican en la realidad. Analicemos algunos ejemplos de lo que ocurre en esta realidad.

La LUSU que, en mi opinión, es sólo un ajuste, por ahora útil, del antiguo reglamento USPA, sin el marco consolidado de un plan de ordenamiento territorial necesario, ha considerado, entre otros, un mapa o plano de Áreas Protegidas (ver Gráfico 2) y en los planos de uso del suelo de la norma incluye áreas de forestación, áreas verdes, áreas de preservación del paisaje natural, áreas de preservación del paisaje natural con respaldo legal, aires de río, y franjas de seguridad, todas muy importantes si se ven necesarios el equilibrio de espacios libres y de masa construida mencionado líneas arriba y la reserva de tierras para las necesidades de espacio público y áreas verdes. (Ver también la entrega de 5 de diciembre de 2018 en este blog Haciendo Ciudad: “Avasallando la Propiedad Pública”).

Tomaremos como ejemplo el Distrito 18, que incluye los barrios de Irpavi y Achumani, en este último observaremos el sector noreste en el que se ha documentado un Área Protegida de importantes dimensiones y en la que, el Plano de Usos del Suelo del D18 marca, en las zonas de Cóndores Lakota, Cerro Ticani y Jonkomarca, áreas agrícolas (A1), áreas de preservación del paisaje natural (P1) y áreas de preservación del paisaje natural con respaldo legal (P2) como corresponde al área protegida. Lamentablemente, el proceso de expansión de la ciudad, en manos del mercado inmobiliario y, muy posiblemente, “respaldado” por las incoherencias de la indefinición de límites jurisdiccionales municipales, ha invadido sin misericordia las áreas protegidas y, donde no lo ha hecho, ha desarrollado y está desarrollando proyectos cuyas condiciones de densificación son casi terroríficas (ver Gráfico 3). Corresponde al Gobierno Municipal explicar y fiscalizar la presencia de esos loteamientos, edificios y otras construcciones en un Área Protegida y en espacios con definición clara de uso del suelo.

Hay otros ejemplos de cómo las Áreas Protegidas están siendo ocupadas, demostrándose que el negocio inmobiliario ha sobrepasado las posibilidades y capacidad de control y fiscalización del Gobierno Municipal y, además parece haberlo “obligado” a rendirse ante la presión, introduciendo oportunidades de ocupación en la propia norma, generando contradicciones dentro de la misma. Si observamos el plano de Áreas Protegidas en el sector del Distrito 19 y lo comparamos con el de uso del suelo del mismo distrito, éste incluye usos y patrones de asentamiento en áreas que estarían ubicadas dentro del área urbana protegida más grande de la ciudad. ¿Es imprecisión en la delimitación del área protegida?, o ¿se han generado y aprobado cambios de uso del suelo por la presión y falta de control del crecimiento urbano? (ver Gráfico 4).

Además de la preocupación por la expansión en manos de las fuerzas del mercado debemos, también, preocuparnos de la calidad de la densificación, dado que ésta es una de las líneas de acción para controlar la expansión. Si observamos los “proyectos de urbanización” que han afectado a las áreas protegidas o, “cuando menos”, han ocupado áreas en las que, de acuerdo con la LUSU, no es permitida la construcción, no podemos dejar de preocuparnos ya que la calidad del ambiente urbano que se ve que estos proyectos generan, con el hacinamiento edilicio y las escasas áreas libres, no parece muy adecuada a las condiciones requeridas para la sostenibilidad social, económica y ambiental de la ciudad. ¿Son resultado del descontrol ocasionado por la indefinición de límites y la “viveza criolla”? ¿Son construcciones aprobadas?, si lo son…..algo anda mal en la norma o en la administración de la misma.

Ante esta duda sobre las bondades de la norma, veamos también lo que, en este proceso de densificación necesario, ocurre en construcciones que debemos creer han sido o están siendo ejecutadas dentro de las definiciones de patrones de asentamiento de la LUSU. Uno de los ejemplos más claros de la fuerza del mercado frente a la debilidad de la norma es la transformación y destrucción despiadada de un proyecto de urbanización que pudo ser ejemplar como el de la Urbanización “Los Pinos” (ver Gráfico 6.). Habiéndose consolidado esta transformación con el tiempo y la ocupación, se debe suponer que, estando aprobada, responde a las condiciones normativas, permitiéndonos concluir con que, por lo menos para este caso,  la norma está mal! (Ver también las entregas en este blog Haciendo Ciudad de 17 de marzo de 2019: «Urbanización ‘Los Pinos’, Otra Faceta del Negocio Inmobiliario” y la de 5 de noviembre de 2019: “El Negocio Sigue”).

Proyectos menos “masivos”, de usuarios privados, trabajados con aplicación de los patrones de asentamiento de la norma, la misma que ha acostumbrado a los profesionales a diseñar ocupando el área resultante de “extraer” retiros frontales, laterales y de fondo al área del terreno, incluso en áreas con pendiente, muy comunes en La Paz, nos muestran resultados de densificación que no parecen los más adecuados si se pretende lograr las mejores condiciones de vida en el marco de la sostenibilidad (ver Gráfico 7). La proporción de área libre, frecuentemente en pendiente, respecto de la masa construida podría contrastarse con la cantidad de personas que se considera serán los usuarios directos o permanentes y los usuarios eventuales para comprobar que las posibilidades de uso y disfrute de espacio al aire libre para ellas son definitivamente escasas. Ese es el resultado, edificios que cumplen la norma pero no ofrecen las condiciones adecuadas, por lo que no es un error afirmar, otra vez, la norma está mal!

Por todo lo expuesto, me permito insistir (porque ya lo mencioné muchas veces en foros y talleres) es necesario revisar la norma y modificarla, es necesario normar a partir de la población (número de usuarios) y sus necesidades, el volumen de ocupación, los requerimientos de servicios y equipamiento (intensidad de uso) en lugar de únicamente el porcentaje ocupación del suelo. La escasez de áreas en la ciudad consolidada demanda acción conjunta, público-privada, normar requerimientos para los edificios destinados a reducir impactos sobre el espacio público, en función de flujos peatonales, vehiculares, actividades comerciales, etc.; normar “retiros” frontales, eliminación de barreras, espacios “para los otros” con base en el “uso de nuestro espacio”, equipamientos y servicios con base en el “principio del bien común por encima de intereses personales y sectarios” (parece discurso político pero es el principio básico y fundamental para la gestión del territorio).

Finalmente, para proyectos de envergadura, de impacto, es necesario pensar en procesos participativos de revisión y aprobación en función de dimensiones de población usuaria, de volumen construido, de intensidades de uso (concentración de actividades) y evaluación de impacto en el área de implantación.

Reglamentar responsabilidades de los promotores inmobiliarios, inversores, constructores y profesionales respecto de impacto de los proyectos en movilidad (flujos peatonales, estacionamientos, flujos vehiculares de ingreso y salida, equipamiento de seguridad), servicios básicos (impacto sobre la distribución de agua y redes de energía, alumbrado), saneamiento básico, (recolección y tratamiento de aguas servidas, recolección de residuos sólidos) y áreas verdes y espacio público en función de la población usuaria, población flotante y requerimientos de la población del área de implantación (impacto sobre el déficit).

Parece que muchos de estos requerimientos están incluidos en la norma, posiblemente de manera no muy explícita o con insuficiente fuerza para una aplicación efectiva, esto queda claro cuando se observa que los espacios destinados a áreas verdes, espacios públicos o equipamientos en “urbanizaciones” (loteamientos) se los asigna en sectores de alta pendiente, con escasa accesibilidad o no aprovechables. No tengo duda que el proyecto “Torres del Poeta” (Ver Gráfico 8) está construido en apego total a la norma, pero, si observamos la proporción de masa edificada respecto del espacio libre y el requerimiento de área verde, el resultado de la observación es preocupante. Más preocupante aún es que, con seguridad, sus aguas servidas van directo al Río Chuqueyapu sin ningún tratamiento previo.


Imagen destacada o encabezado: Vista de Obrajes y áreas adyacentes. Fotografía: Jorge Valenzuela.


[1]        División de Vivienda y Desarrollo Urbano BID-2017

[2]        Richard Rogers, “Ciudades para un Pequeño Planeta”, Faber and Faber Ltd., Londres (1997), Ed. G.Gili, Barcelona, 2000

[3]        Ibid.

El negocio sigue!!!

Ver también en Haciendo Ciudad la entrada: «Urbanización ‘Los Pinos’ (La Paz), otra faceta del negocio inmobiliario» de 17 de marzo de 2019.

No obstante la ya elevada densidad generada por la construcción de edificios de 10 pisos en la última fase de la Urbanización “Los Pinos” en la Zona Sur de la ciudad de La Paz, con una reducidísima superficie de áreas libres de construcción, el NEGOCIO SIGUE!!!

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Imagen de «Google Earth» de la concentración de edificaciones correspondientes a la última fase de la Urbanización «Los Pinos» en La Paz. Originalmente concebida como urbanización abierta, ahora es cerrada, con bloques de 4 plantas. éstos tienen 10, con amplias áreas verdes y equipamientos, esta fase tiene «jardines de adorno» y no tiene equipamientos sociales ni espacio para ellos.

Nuevas construcciones en el atestado espacio incrementarán en unas 250 personas la población que habitará en esta fase de la urbanización, pero la superficie de áreas verdes, existente sólo como “jardines decorativos” y el área para nuevos equipamientos sociales que nunca se incrementó, a pesar de haberse construido 24 nuevas torres de 10 pisos para albergar a más de 1.900 personas, siguen en déficit. También se han hecho construcciones sobre lo que debió ser retiro frontal; por la forma de éstas, se supone serían a futuro pequeños espacios comerciales (¿?).

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Las nuevas construcciones en proceso de ejecución (marcadas con el círculo) ocupando el escaso espacio libre que quedaba. Con el rectángulo rojo se marca la construcción que ocupa retiro frontal, junto a un bloque de garajes, otro atentado a la normativa vigente.

Si estas nuevas construcciones están aprobadas el Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP) es CÓMPLICE de este atentado a la calidad del ambiente urbano y a la calidad de vida de quienes habitan y habitarán esta, mal llamada, “urbanización”. Si estas nuevas torres NO estuvieran aprobadas, los promotores y constructores están cometiendo un delito al incumplir las normas municipales y, al mismo tiempo, el GAMLP debería asumir responsabilidad por no realizar una fiscalización adecuada.

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Las nuevas construcciones ocupando el escaso espacio libre que quedaba, eliminando la posibilidad de crear un área verde y, en ninguna de las fases de desarrollo de la Urbanización «Los Pinos» posteriopres a la primera fase, se incrementaron las áreas de equipamiento.

Aprobadas o no, estas construcciones y todas las de las últimas fases de la Urbanización “Los Pinos” son un atentado contra la ciudad, contra el ambiente urbano, contra la calidad de vida de muchas familias, pero, con toda la indolencia de promotores, constructores, profesionales involucrados y Gobierno Municipal, QUE SIGA EL NEGOCIO!!!

 

Deslizamiento grave, ¿nos incentivará a ser más conscientes?

El deslizamiento producido en la Zona de Bajo Llojeta de La Paz, el día martes 30 de abril de 2019 es uno más de los muchos que hemos vivido en el proceso de ocupación del territorio por la ciudad en los últimos setenta años; éste afectó a 66 construcciones y a 88 familias (380 personas) que perdieron todo; sucedió después de uno menor producido el 27 de abril pasado.

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Impresionantes imágenes del desastre. Fotografías: La Razón (arriba izquierda); La Vanguardia web (arriba derecha); T13 (abajo izquierda) y Correo del Sur.

Gran parte del área deslizada fue, en los años 70’s del siglo pasado, un botadero de basura y precario relleno sanitario que, luego de su abandono, nunca debió haber sido ocupado, por lo que posiblemente la mayor parte de las viviendas afectadas no tenían licencia de construcción, lo que, luego de enfrentada y resuelta la emergencia, nos pondrá entre una respuesta humanitaria y un cara a cara con la ilegalidad. Ciertamente debe primar lo primero, lo humanitario, pero no actuar sobre lo segundo podría volverse un “incentivo” para nuevos asentamientos irregulares.

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Las zonas de constructividad definidas por el BRGM en 1977 y el tejido urbano en 2006. Lo impactante es que las zonas marcadas de rojo están casi totalmente ocupadas, por lo que el control es ya imposible y sólo se puede hacer prevención. Imagen de journals.openedition.org

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Mapa de Riesgos de la ciudad de La Paz (2011) elaborado por la Dirección Especial de Gestión Integral de Riesgos del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz (GAMLP); el óvalo marca la ubicación de Llojeta y Bajo Llojeta. Imagen publicada en La Razón sin el óvalo color cian (añadido para el blog).

La Paz es una ciudad cuya belleza paisajística, originada por el territorio en el que se asienta, está al nivel de los problemas que este mismo territorio genera en el proceso de ocupación, por tanto, este proceso debe ser controlado, planificado y eficiente. Lamentablemente, por muchos años no se percibió la magnitud de estos problemas o no se los consideró hasta que el Plan de Desarrollo Urbano de La Paz de 1977 (BRGM) mostró la constructibilidad del suelo y el desastre de 2001 llevó al estudio y elaboración de los planos de riesgos y a una seria política, vigente, de gestión de riesgos, aunque parece estar aislada de la planificación y el control.

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Asentamientos en las laderas de La Paz; no siempre son construcciones precarias, pero muchas no tienen autorización. En un intento de regularización, el GAMLP ha lanzado el programa de Catastro Masivo, el mismo que es rechazado por la organización de juntas de vecinos (FEJUVE). Fotos: urgentebo.com (arriba izquierda);  El Diario (arriba derecha) y Concejo Municipal (abajo).

He insistido bastante sobre el tema, cerros, ríos, quebradas y otras áreas que no son aptas para el cultivo o la ganadería, por la Ley de Reforma Agraria de 1953, deben ser de propiedad del Estado, por tanto públicas, pero aparecen como tierras de propiedad privada con base en manejos ilegales y posiblemente en hechos de corrupción producidos durante más de 60 años, sin capacidad de control alguno, por lo que parece ser discrecionalidad, poca rigurosidad y falta de transparencia en el manejo de la información (Derechos Reales, Catastro Rural, INRA, etc.).

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Edificaciones consolidadas en ladera. Obsérvese la presencia de tuberías de alcantarillado sanitario que evacúan aguas servidas a la quebrada, incrementando el riesgo de erosión. El agua «es un derecho», es correcto, pero con este argumento, cualquier asentamiento, aunque sea irregular, puede solicitar el servicio y EPSAS debe dárselo; las cubiertas de plástico son para evitar una mayor erosión del suelo en época de lluvias (conciencia del riesgo pero se acepta la incertidumbre).

Títulos agrarios “aparecen” para terrenos en los cerros y empinadas laderas, son adquiridos por loteadores y promotores inmobiliarios irresponsables, los convierten en “urbanizaciones” en las que ponen a la venta lotes que, según la ubicación de estas “urbanizaciones” y las tipologías que adopten, son comprados por personas o familias de diversos niveles económicos; obviamente, las familias de menores recursos son las menos beneficiadas y sus posibilidades de alcanzar la mayor seguridad son mucho menos que las de aquellas que cuentan con la capacidad de invertir en obras de estabilización.

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«Un complejo deportivo municipal se inauguró en 2006 en el macrodistrito San Antonio. Simboliza la decisión municipal de invertir en obras de infraestructura destinadas a volver atractiva a La Paz. Construido sobre un terreno inestable con fuerte declive, se dañó muy rápidamente, obligando a los gestores, para protegerlo de las amenazas, a construir obras defensivas cuyo costo ha sido más elevado que el del propio complejo». Texto e imagen: journals.openedition.org

La indefinición de límites de las jurisdicciones municipales es una de las principales causas de la incapacidad del Gobierno Municipal para controlar estos asentamientos, las alcaldías de los municipios vecinos, a partir de su propia interpretación de la ubicación del límite de su jurisdicción, autorizan asentamientos en territorio del Municipio de La Paz, sin preocupación alguna por las medidas de seguridad necesarias y con el único propósito de captar ingresos por impuestos. Por el otro lado, los “loteadores” aprovechan la oportunidad, obtienen aprobación de sus “urbanizaciones” donde no corresponden, ejecutan sus trabajos de movimiento de tierras en horas de la noche, conscientes de su delito, para evitar el control municipal y quienes adquieren terrenos en ellas, como ciudadanos irresponsables, no objetan porque pagarán menos impuestos.

Parece, por la situación ambiental que presenta el planeta, que a lo largo de la historia hemos olvidado que debíamos ocuparlo, aprovecharlo y no destruirlo, que es lo que ahora nos damos cuenta hemos hecho. Los grandes problemas, que como ciudad enfrenta La Paz, los hemos generado nosotros mismos, por un proceso de ocupación del territorio en el que no hemos medido los daños que causábamos, nos parecía muy normal embovedar los ríos, aplanar los cerros, rellenar las quebradas; no obstante las amargas experiencias del pasado, seguimos haciéndolo y este último y doloroso evento debe llamarnos a la reflexión.

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Las imágenes no necesitan comentario, la imprudencia de los propietarios-constructores es enorme, el control municipal ha sido sobrepasado y, en adelante, las inversiones para prevenir desastres se convertirán en obligación del GAMLP. Fotografías: El Diario

La irresponsabilidad del ciudadano, que puede acabar siendo víctima de un desastre, la pagamos todos porque el Gobierno Municipal debe atender la emergencia y las habilitaciones posteriores; si hubiera una política de recuperación de plusvalías posiblemente sería más factible encarar a los «loteadores» y recordarles sus obligaciones ante la ciudad y a los ciudadanos que se hacen de la vista gorda.

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Seguimos haciéndolo!!! «Alcaldía planea tapar el río de la Gruta de Lourdes a Obrajes»
«Alcaldía no responde si el proyecto tomó en cuenta la recomendación del Plan Maestro Metropolitano. De no hacerlo, el saneamiento del río estaría en riesgo. No aclara si para este proyecto  está tomando en cuenta las recomendaciones del Plan Maestro Metropolitano  de Agua (PMM), que indica que se debe  iniciar el  saneamiento del río a la altura de ese punto  hasta Mallasa».  Imagen y texto: Diario Página Siete, 14 de septiembre de 2017, por Gabriel Díez Lacunza.

Enfrentemos los problemas de derechos propietarios, lo que significa enfrentar malos manejos, respetemos la normativa vigente y también revisemos ésta para hacerla más adecuada a la magnitud de nuestros problemas, dediquemos recursos a la planificación y respetemos los resultados y recomendaciones de ésta.

Necesitamos voluntad política y decisión en las autoridades, nacionales, departamentales y municipales, nada de politiquería barata para poder consolidar una visión metropolitana, emprendedores inmobiliarios honestos con la ciudad, no negociantes del hábitat, ciudadanos conscientes y responsables y amor por nuestros hijos que son los herederos de lo bueno y de lo malo que hagamos a la ciudad.

Quiero resaltar la excelente reacción del Gobierno Autónomo Municipal de La Paz frente a la emergencia.

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Imagen destacada: El deslizamiento del 30 de abril de 2019 en Bajo Llojeta, La Paz. Imagen de Diario TRV

¿Oportunidad? Vivienda económica

Recibí una publicación que refería la construcción de una casa en 24 horas, a un costo de diez mil dólares!!! Una casa levantada con tecnología de impresión 3D. Lo primero que se me ocurrió: «El Estado tiene la OBLIGACIÓN de analizar y verificar las oportunidades que esta propuesta tiene para encarar una respuesta a la demanda de vivienda»

Esta es la dirección, en la red, de la empresa ICON BUILD promotora de este proyecto que, como dice el artículo que menciono, este año iniciará la construcción de este tipo de viviendas en El Salvador. El sitio incluye vídeos que muestran el proyecto y parte del proceso de construcción.

https://www.iconbuild.com/

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